No es más que un sueño

Esta noche estoy libre, libre de imágenes que desgarran mi mente.

El sonido de los grillos retumban en mis tímpanos, me arrullan, me sedan,

creo que tal vez estoy dormida, puedo sentirlo, las imágenes regresan con un color increíble,

tiene un poco de azul por allí, un tanto de naranja por allá y luego, un mar de carmín.

Me precipito hacia la salida, aunque sé que no la encontraré, porque no puedo huir de mí misma,

mi inconsciente rige este mundo, golpeando con su toque más duro mi ser.

Lucho desesperada por despertar, para poder llorar de verdad,

miro al cielo y veo más rojo, un rojo tan intenso que casi me ciega, pero algo cubre todo ahora,

y con sus gigantes alas me cobija, protegiéndome de mi mente.

Un suave latir escucho, levanto la cara y veo esa impresionante cabeza,

no lo puedo creer, tal vez esto en verdad sea un sueño,

su aliento quema mi piel, así que salgo de mi fascinación, y me libero de sus alas,

me sigue con la mirada, pero no hace nada, hasta que me atrevo a tocar su cornamenta,

creo que estoy en peligro, porque se incorpora y me muestra una dentadura perfecta de cazador,

entonces quitó mi mano y salgo corriendo nuevamente a la inmensidad del carmín.